Anda la Europa de los fichajes revuelta por lo que considera otra demostración de soberbia y poderío desmesurado del Real Madrid. Según algunos clubes, con el Manchester a la cabeza y respaldados por el Bayern de Munich, la intención de Calderón de fichar a Cristiano Ronaldo es toda una intromisión. "No está en venta", claman desde Old Trafford al ver que su figura se les escapa de las manos. Y sucede porque él es el primero que se ha visto seducido por una camiseta que desde que era pequeño soñó con vestir alguna vez, además de un suculento contrato, por supuesto. En un país donde no existen las cláusulas de rescinsión, bastaría con que el club de origen se negara en rotundo a autorizar la operación. Pero claro, 80 millones de euros son muchos, y quién se va a negar a semejante ingreso. Lo que pasa es que hay que salvar la dignidad de cara a la afición.
Y yo me pregunto. ¿Qué está haciendo el Real Madrid que no haga cualquier otro club del mundo? Leemos estos días que el Chelsea quiere a Robinho, o que Scolari se quiere llevar al Inter a Roberto Carlos. Y ambos tienen contrato en vigor. ¿No sería también ese interés hecho público a través de los medios una violación similar a la del club merengue? Seamos serios y no utilicemos dobles raseros. Todo equipo grande utiliza la misma táctica, también los de categorías menores con entidades inferiores. Nadie obliga a nadie a vender, al no ser que se pague la cláusula, pero todo el mundo tiene su precio. Mi casa, por ejemplo, no tiene un cartel en la ventana, pero si alguien me da una cifra desmesurada... la vendo. De hipócrita sería después decir que me han obligado o que son las miserias de la sociedad capitalista. Y si no, que los clubes se reúnan para impedir que ningún futbolista se mueva antes de cumplir su contrato. Pero eso no les interesa porque se perderían por el camino muchas comisiones y honorarios de representantes.
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Y yo me pregunto. ¿Qué está haciendo el Real Madrid que no haga cualquier otro club del mundo? Leemos estos días que el Chelsea quiere a Robinho, o que Scolari se quiere llevar al Inter a Roberto Carlos. Y ambos tienen contrato en vigor. ¿No sería también ese interés hecho público a través de los medios una violación similar a la del club merengue? Seamos serios y no utilicemos dobles raseros. Todo equipo grande utiliza la misma táctica, también los de categorías menores con entidades inferiores. Nadie obliga a nadie a vender, al no ser que se pague la cláusula, pero todo el mundo tiene su precio. Mi casa, por ejemplo, no tiene un cartel en la ventana, pero si alguien me da una cifra desmesurada... la vendo. De hipócrita sería después decir que me han obligado o que son las miserias de la sociedad capitalista. Y si no, que los clubes se reúnan para impedir que ningún futbolista se mueva antes de cumplir su contrato. Pero eso no les interesa porque se perderían por el camino muchas comisiones y honorarios de representantes.