El caso Paco González, apartado director del programa 'Carrusel Deportivo' de la SER por su enfrentamiento en la reunión con los directivos de la cadena, ha generado un movimiento pocas veces visto hasta ahora en la sociedad. Cientos de miles de personas usan Internet y las Redes Sociales para manifestar su rechazo a lo que consideran una injusticia e incluso el fin de un estilo de hacer radio. Un grupo en Facebook se acerca, en el momento de escribir este post, a los 80.000 fans; y encuestas como esta reflejan que la audiencia cree que la SER y 'Carrusel Deportivo' no serán lo mismo sin él. Las referencias en Google indexadas en sólo dos días son casi infinitas, y los Twitter de sus compañeros no dejan de disparar referencias al asunto.
Ecuánime y equilibrado en sus opiniones, Paco ha conseguido ganarse el respeto de oyentes y profesionales gracias a un estilo alejado del endiosamiento y jactancia desmesurada del que abusan otros muchos con menos repercusión que él mismo; incluso en su propio equipo, donde muchas veces se confunde opinión con imposición y posesión de verdad subjetiva y conocimiento absoluto.
Está por ver si la directiva de la SER recula ante lo que podría ser un fracaso monumental o mantiene su posición convencida de que la fortaleza de la empresa está por encima de cualquier nombre propio (como pudo ocurrir con Gabilondo en 'Hoy por Hoy' o Gemma Nierga en 'La Ventana'). Sin embargo, no deberían perder de vista un apunte: el último fenómeno de masas del periodismo deportivo radiofónico en este país, José María García, era capaz de hacer que las audiencias bailaran al son de su movimiento. la COPE lo supo ver en su momento y le puso un cheque en blanco para conseguirlo. Como el que seguramente haga efectivo en cuestión de días Paco González después de rechazarlo, según dicen, en más de una ocasión.
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