Generaciones enteras de españoles, incluso de europeos, han crecido teniendo como importante parte de su dieta el plátano de Canarias. Famoso por su característico tamaño y color (las famosas motitas destacadas por Karlos Arguiñano en el ya mítico anuncio), sus múltiples propiedades lo hacen indispensable en una alimentación sana y equilibrada. Sin embargo, en los últimos años, la irrupción de variedades más baratas producidas en otras zonas del globo le han hecho perder terreno y han confundido a los consumidores. Como la banana: más grande, más amarilla pero, ¿igual de sabrosa?.
Para llamar la atención sobre este hecho y protestar por la que consideran una laxa política arancelaria que hace imposible competir en precio con otros países, la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) hizo lo mejor que puede hacer quien confía en la calidad de su producto: repartirlo gratuítamente.
Miles de plátanos de las “islas afortunadas” llenaron las calles de Madrid haciendo las delicias de los transeúntes que pasaban o se acercaron hasta la Puerta del Sol, donde un excepcional despliegue convirtió el céntrico emplazamiento en una fiesta dedicada a esta fruta.
Grupo Alas se encargó de preparar todo el material y aportar los medios necesarios para, en dos grandes haimas, realizar el reparto. No sólo eso, sino que además diseñó toda la cartelería y preparó los equipos de audio que sirvieron como reclamo para los asistentes y para poder atender a los múltiples medios de comunicación que se hicieron eco del acto, al que asistieron políticos y distintas personalidades del mundo de la cultura.
Para fotos y detalles del montaje, VISITA LA ENTRADA ORIGINAL
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