martes, 6 de abril de 2010
¡Al loro, que el Hércules no está tan mal!
Un punto de 15 posibles no es un registro del que sentirse orgulloso. Pero en tiempos de crisis las rentas sirven para mantenerse a flote. Y aunque las comparaciones son odiosas, basta mirar alrededor para darse cuenta de que el Hércules no está tan mal, al loro, como decía en su momento Joan Laporta.
Hay hechos objetivos que invitan a recuperar un optimismo que ha ido menguando de manera directamente proporcional a la pérdida de la ventaja de los de Esteban Vigo sobre sus rivales. Como por ejemplo, que el equipo sigue en puestos de ascenso con tres puntos sobre el cuarto, el Betis, que en realidad son cuatro porque se tiene ganado el golaverage particular.
Todo conjunto pasa por baches a lo largo de una temporada. Pensar que se puede mantener el mismo ritmo continuamente es tan ingénuo como querer cubrir una maratón al sprint. La mayoría de los entrenadores lo saben, y algunos incluso preparan a sus equipos para acelerar la marcha en tramos determinados. El Hércules ha tenido su bajón prácticamente en el ecuador de la competición, y a pesar de todo sigue en pie. Algo con más mérito todavía en una liga tan igualada como la BBVA Adelante (en Vallecas luchaban por el ascenso hace sólo tres meses y ahora intentan evitar bajar, por ejemplo).
Pero es quizás el factor psicológico el que más puede pesar. La decepción de una afición que ya hacía cábalas sobre la antelación con la que iba a celebrar el ascenso se puede considerar lógica, pero no debe ser determinante ni contagiar a la plantilla. Porque después de un mes para olvidar, el conjunto alicantino ha pasado por un desierto de resultados y una enfermería siempre repleta, pero sólo ha perdido con un rival directo por el ascenso (la Real, a quien también supera en el enfrentamiento directo).
Y lo más importante, está mejor posicionado que nunca en los últimos años para el asalto final. La temporada pasada, justo a estas alturas, el equipo entonces dirigido por Mandiá era segundo con sólo un punto de ventaja sobre el cuarto, el Zaragoza. Sería en la jornada siguiente, la 32ª, cuando perdería el privilegio de estar en los puestos de ascenso, en los que ya no volvería a entrar.
Sin embargo, se volcó toda una ciudad. Afición, instituciones, directiva, jugadores, prensa, comercio. Todos veían posible lo que entonces era sólo una quimera: arrebatar la plaza a Xerez, Zaragoza o Tenerife. En esta ocasión, se parte de un punto sensiblemente favorable. Pues eso, al loro.
Foto: Aspecto del Rico Pérez en uno de los último partidos de la temporada 2008-09. Entonces, el equipo estaba fuera de los puestos de ascenso.
Artículo original en Corazón Blanquiazul - Hércules CF.
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